...

“… En el planeta siguiente vivía un bebedor. Esta visita fue muy corta, pero sumió al principito en una gran melancolía:
- ¿Qué haces aquí? – preguntó al bebedor, a quien encontró instalado en silencio ante una colección de botellas vacías y una colección de botellas llenas
- Bebo – respondió el bebedor con aire lúgubre
- ¿Por qué bebes? – le preguntó el Principito, que ya lo compadecía
- Para olvidar que me da vergüenza – confesó el bebedor, bajando la cabeza
- ¿Vergüenza de qué? – se informó el Principito, que deseaba socorrerlo
- ¡Vergüenza de beber! – concluyó el bebedor, encerrándose definitivamente en el silencio

Y el Principito se fue perplejo
“Desde luego, los mayores son muy raros, pero que muy raros”, se decía a sí mismo durante el viaje..."



Texto tomado del libro de Antoine de Saint-Exupery “El Principito”

The ground beneath his feet

Empecé caminando sin rumbo fijo
“Si no sabes a dónde quiere ir es igual el camino que elijas”
Aun así, cobardemente, opté por el camino “convencional”. Supuse que no podría perderme si sigo el camino que la gente dice que es el que se debe de tomar parecía un camino fácil pero, nuevamente… ¿perderme?

¿Cómo puedo perderme si no se a dónde quiero ir?

No importa... lo seguí
Elegí los rumbos agredables sin saber a dónde me llevarían; tal vez pensaba que un buen camino tendría que llevarme a un buen destino

Hoy me detengo a ver el recorrido. He perdido la cuenta de los pasos que he dado, he dejado de preocuparme por encontrar un bache que no me deje seguir adelante y ahora se que debo de tomar impulso para cruzar los obstáculos

Sigo sin conocer el punto final al que quiero llegar, sólo se que me gusta caminar; disfruto del paisaje al que he llegado.

He dejado lindos recuerdos atrás, grandes personajes y compañeros/as de travesía pero no me puedo detener a esperarlos...por muy feliz que me encuentre en donde estoy, mis piernas me impiden detenerme...pareciera que tienen prisa por enseñarme las maravillas que encontraremos más adelante...world, hold on!